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La Transformación Digital del Datacenter

Dice el refrán que en casa de herrero, cuchillo de palo. Suena a tópico, pero en muchos casos es cierto: quien se dedica a prestar un determinado servicio a sus usuarios o clientes está tan volcado en ello que no se preocupa de ese mismo aspecto en su propia organización. Es como el peluquero que lleva el pelo desaliñado porque su dedicación a las cabezas ajenas le impide ocuparse de la propia.

Mucha gente pensará que si hay algo digital por naturaleza es el DataCenter, pero esto es un error grave. Un DataCenter es un edificio, o una parte de un edificio, que alberga equipos TIC. En este sentido, es similar a un edificio que albergue una fábrica o una oficina. Puede ser completamente digital o completamente analógico.

Si, un DataCenter puede ser completamente analógico. Obviamente alberga equipos TIC, pero si no tiene unos procesos adecuados, si no dispone de sensores para comprobar aspectos clave, si la información procedente de estos sensores no es procesada automáticamente (no vale limitarse a representarla en una gráfica por si alguien decide verla, interpretarla y hacer algo), si no dispone de la red de sensores IoT que proporcionen información precisa sobre continente y contenido que sea analizada mediante técnicas de machine learning  e IA para generar nuevo conocimiento y mejorar las condiciones de explotación, será un DataCenter completamente analógico.

Algunos diréis tengo procedimientos bien definidos, sigo buenas prácticas ITIL, Cobit, ISO 20000… Sí, existen procedimientos y buenas prácticas y quien sea disciplinado los seguirá a rajatabla. Pero una fábrica de cualquier cosa puede tener unos procedimientos bien definidos, tener su certificado ISO 9001 para fabricar lo que sea y no haber hecho ningún proceso de Transformación Digital.

Un DataCenter es como un secadero de jamones o una quesería: una instalación para producir un producto o servicio de calidad con el objetivo de conseguir la plena satisfacción al cliente. Sé que muchos CTO’s responsables de datacenters se sentirán ofendidos por la comparación, pues la considerarán poco glamurosa. Sin embargo, para mi es mucho más glamuroso un buen queso curado o un jamón pata negra que un servidor, que no deja de ser un hierro feo.

Si, por mucha corbata que lleven el CIO y el CTO, el DataCenter no es mas que una instalación industrial para producir un servicio y como cualquier otra instalación industrial de producción de productos y servicios, es susceptible de realizar un proceso de Transformación Digital en él. Y, como en cualquier otra instalación industrial, si el DataCenter no hace el imprescindible proceso de transformación digital, desparecerá porque no será competitivo. Esto sucederá, independientemente de que se trate de una instalación On Premise o de prestación de servicios a terceros.

 

OSDA – Open Standard for DataCenter Availability (II)

En el artículo anterior dijimos que los estándares de diseño que han imperado durante muchos años ya no dan respuesta a las necesidades de hoy en día, y en este artículo vamos a ver por qué. Así que tras un pequeño parón para cambio de servidor,  volvemos a la carga con el OSDA.

Pero ¿por qué tenemos que redefinir estas cosas? ¿No es reinventar la rueda? Pues no, y no lo es fundamentalmente por dos razones:

  • La primera es que las normas están diseñadas para un modelo IT clásico, es decir On Premise, en el que cada organización es dueña de sus infraestructuras y las explota. Es evidente que en este modelo de funcionamiento el DataCenter es una infraestructura crítica para la organización, sobre todo si hiciéramos una encuesta y nos diéramos cuenta que lo de tener un CDP de respaldo es menos frecuente de lo que pensamos y, en todo caso, más reciente de lo que pensamos. Es decir, hasta ahora ha imperado el paradigma Juan Palomo: la organización es propietaria de sus infraestructuras iT y se encarga de explotarlas, así que esas infraestructuras, al ser críticas, deben ser lo más fiables posible. Si puedo Tier 3, pues Tier 3. Y si el bolsillo me da para TIer 4, pues Tier 4. Y, el que podía, un CPD alternativo, pero esto último en empresas pequeñas y medianas se ha limitado en la mayoría de los casos a hacer copias de seguridad y llevarlas a casa. Puede parecer absurdo, pero puedo hacer una lista con más de 100 organizaciones que están todavía así. Organizaciones públicas y privadas, grandes y medianas empresas, comunidades autónomas, ayuntamientos de más de 100.000 habitantes (una de las peripecias de mi vida fue diseñar el rescate informático de un ayuntamiento al que se le quemó su único CPD), universidades, etc, etc. Las implicaciones son evidentes: como sólo tengo un coche, necesito que sea duro y fiable, así que no me importa que sea costoso y feo. Es el modelo Volvo aplicado a IT: si puedo, me compro un segundo coche por si las moscas. Si me puedo permitir dos Volvos, me compro dos Volvos. Y si el segundo es un Pandita, ni cabrá toda la familia, ni iremos igual de seguros ni llegaremos tan lejos, pero siempre será mejor que nada.
  • La segunda son los Dogmas de Fe que existen en el mundo IT, y el datacenter no sólo no es ajeno a tener dogmas sino que a durante años se ha quemado en la hoguera a los herejes que pensábamos que quizá mereciera la pena echarle una pensada a algunos conceptos, por si hubiera alguna forma diferente para hacer las cosas de una forma más eficiente. Podríamos citar muchos de estos dogmas de fe. Pero, por ejemplo: la electricidad es un servicio que se contrata a una compañía eléctrica, y si quieres que te diseñe un sistema fiable de suministro eléctrico para tu datacenter tendrás dos contratos de suministro con dos compañías diferentes y te tendrán que llegar dos líneas diferentes de dos subestaciones diferentes. Está claro que el que piensa así tiene acciones de las compañías eléctricas. Podríamos seguir con más dogmas sobre electricidad, refrigeración, etc. Por cierto, recuerdo que cuando hace diez años hicimos el CPD de Caléndula y contaba que utilizábamos intercambiadores de calor aire/agua en el CPD mucha gente me miraba con más repelús que a los extraterrestres de Men in Black. Ahora, las soluciones InRow aire/agua están a la orden del día. Muchas de las soluciones que aplicamos entonces y que fueron muy innovadoras ahora están a la orden del día. Eso si, diseñamos armarios capaces de albergar 40kW, y a día de hoy no he visto ningún otro CPD capaz de eso.

Si nos fijamos, ambos puntos encierran una gran contradicción: las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones son muy innovadoras, y han sido la tecnología disruptiva que han provocado grandes cambios sociales y económicos en los últimos 50 años. Sin embargo, las TIC son reacias a la innovación. Es más, en el mundo del DataCenter no sólo no se ha fomentado la innovación sino que, en buena medida, se ha penalizado. Si nos fijamos, en las normas existentes no caben energías renovables, autoconsumo, otros modelos de refrigeración, etc. Es evidente que una norma no puede prever qué tecnologías van a aparecer en los próximos años, pero sí puede prever cómo incorporarlas.

Así que este es uno de los objetivos del OSDA: no sólo hay que utilizar la tecnología que hay disponible hoy en día, también es necesario fomentar la innovación e incorporarla al proceso. Y esto empieza por las definiciones de base. La primera es que si yo soy el CTO de mi organización debo diseñar infraestructuras para dar respuesta a las necesidades de disponibilidad de mi organización, y ese diseño debe ser global. Es decir, romper ese paradigma en el que un CPD es una mónada aislada del Universo. Por ejemplo, qué es mejor: ¿un único CPD a prueba de bombas o tener la carga en dos o tres CPD’s low cost en un modelo activo/activo? Como hemos dicho en artículos anteriores, tenemos que tener en cuenta que los Centros de Proceso de Datos existen para ejecutar aplicaciones, así que lo verdaderamente importante es que funcionen estas últimas.

Lo importante es diseñar infraestructuras que den respuesta adecuada a las necesidades. Y dar respuesta adecuada significa, como decíamos al principio, pensar sobre el problema que tenemos que resolver y cuál es la mejor forma de resolverlo, abstrayéndonos de dogmas. Incluso los que hoy en día defienden modelos On Premise -sigue habiendo mucha gente que se aferra a ellos- que sin darse cuenta han ido externalizando el correo amén de otras muchas cosas, así que tienen que asumir que los modelos de Cloud Híbrida están a la orden del día.

En el próximo artículo entraremos en materia del OSDA. Mientras tanto, ya sabéis: si queréis implantar metodologías y métricas en vuestro CPD, contactad conmigo.

 

Performance Indicator (I) – Generalidades

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Hoy comenzamos la serie de artículos sobre nuevas métricas de DataCenter, y vamos a comenzar por la propuesta del Green Grid como métrica fundamental: el Performance Indicator (PI). Es un indicador muy potente, y para obtener todos los beneficios que nos puede dar es necesario comprender su filosofía y principios.

El PI se basa en tres indicadores. Pero lo que hay que comprender es que el verdadero indicador es la relación entre los tres que lo componen, y por eso el PI es un indicador gráfico. Es decir, no es que tengamos tres numeritos y a partir de ellos y una fórmula mágica obtengamos el número mágico. No, el verdadero indicador es un gráfico, un dibujo que cambia en función de nuestras condiciones de explotación, y simplemente viendo el dibujo obtendremos mucha información… si sabemos verlo.

En la explotación de un DataCenter influyen muchísimas variables. Si pensamos únicamente en el consumo energético son muchas las variables que incidirán, algunas continuas y otras discretas: tipo de sistema de refrigeración, temperatura de consigna, temperatura exterior, carga de procesadores, densidad eléctrica, etc. Obviamente no todas tienen el mismo grado de influencia, pero son muchas las que están correlacionadas. Hace años, en el contexto del proyecto MONICA, calculamos el modelo matemático de un DataCenter concreto, para lo cual determinamos el polinomio para estimar el consumo en función de unas pocas variables.

Vivimos en la era del Big Data, y uno de sus objetivos es analizar gran cantidad de variables con gran cantidad de datos y poder establecer sus correlaciones. Matemáticamente es sencillo, el gran problema es poder recopilar y organizar los datos para que puedan ser tratados. Bien, en la explotación de un DataCenter influyen muchísimas variables (centenares o miles), y podemos utilizar Big Data para su análisis y mejora. En nuestro grupo llevamos años haciéndolo.

Por eso debemos de entender que haya indicadores que a pesar de que midan cosas radicalmente diferentes están correlacionados, es decir, que si nos varía el indicador A nos variará también el indicador B. Seguramente A no es lo único que influye en B, pero influye. Por ejemplo, supongamos que somos los responsables de explotación de una empresa de transportes, en la que tenemos 20 camiones. Un dato que nos gustará saber es el consumo en litros por cada 100 kilómetros recorridos. Con este dato podemos tener una idea de la eficiencia de nuestra flota y si nos merecería la pena cambiar los camiones por otro modelo.

Pero para saber si estamos optimizando bien nuestras rutas, también deberíamos saber los kg de carga por kilómetro: seguro que ganamos más dinero cuanto más cargados vayan los camiones. Un camión vacío es un drama: traga gasoil, desgasta embragues y neumáticos, requiere horas de conductor y no genera ingresos.

Pero si no queremos tomar decisiones equivocadas, tendremos que tener en cuenta que ambos indicadores están relacionados: si los camiones van más descargados, consumirán menos litros de gasoil a los 100 kms que si van cargados. Es decir, en el primer indicador influirá tanto la eficiencia intrínseca del camión como el uso que hagamos de él.

En este ejemplo hemos relacionado carga y consumo, y es de sentido común pensar que mayor carga implica mayor consumo. Pero en nuestro DataCenter, si queremos tomar las decisiones correctas, tenemos que contemplar simultáneamente todos los aspectos: eficiencia, redundancia, seguridad, etc. De eso va el PI, de conseguir un indicador muy sencillo que, de un vistazo y de forma gráfica, nos permita obtener una visión global sobre el estado de estos aspectos globales y su relación. Como hemos dicho, el PI está compuesto por tres indicadores, y cada uno de ellos es muy potente y aporta mucha información de un aspecto concreto. Pero luego está el indicador global, el que relaciona a los tres.

Por eso vamos a dedicar al PI varios artículos: además de este, tendremos tres analizando cada uno de los tres indicadores que lo componen y finalmente aprenderemos a leer el indicador global. El próximo artículo se lo dedicaremos al primero de los tres indicadores del PI: el PUEr (con r pequeñita).

 

Data Center, Infrastructure & Operations Management Summit (II)

Aunque ya han pasado algunas semanas del evento, tenía pendiente la segunda entrada dedicada al Data Center Infrastructure & Operations Management Summit. Así que, como lo prometido es deuda, aquí está.

En la keynote de la que os hablaba en la entrada anterior, en la que oí la frase que me gustó tanto (don’t be a custodian of legacy technologies) los ponentes introdujeron un concepto que me gustó mucho: Bimodal IT. Esta idea luego estuvo presente en todas las ponencias del evento de una u otra manera.

Los directores de sistemas son –somos- como camioneros: utilizamos máquinas grandes, pesadas y sofisticadas para prestar un servicio. Y, como buenos camioneros, nos gusta nuestro camión, lo cuidamos, lo mantenemos, lo mejoramos… y, por supuesto, cuando nos juntamos con otros camioneros hablamos de camiones. Como es lógico, presumimos de que el nuestro tiene más potencia, más marchas, más ejes… Nos gusta tanto nuestro camión que a veces se nos olvida que lo importante no es si la reductora hace esto o lo otro o si los diferenciales son de un tipo u otro. Lo realmente importante es transportar mercancías, y hacerlo con seguridad, puntualidad, calidad del servicio, con el mínimo coste y el mínimo impacto en el medio ambiente. Por esta razón, y sólo por esta razón, es por la que tenemos el camión.

El día a día nos tiene tan absorbidos que a veces nos cuesta darnos cuenta de cosas tan básicas. Por ejemplo, ¿en qué debemos pensar para mejorar la sanidad? Quien tenga mentalidad de camionero pensará en comprar sistemas más modernos, más potentes, nuevo instrumental, nuevos sistemas de diagnóstico, etc. Pero para mejorar la sanidad, en lo que hay que pensar es en el paciente. En sus expectativas, en sus problemas de salud y en cómo mejorar su calidad de vida.

En conclusión, tenemos que trabajar el plano concreto y el plano conceptual a la vez, sin descuidar ninguno de los dos: eso es el Bimodal IT. El primer modo es el concreto, el cercano al camión y al business as usual, es predecible y su objetivo es la estabilidad. El segundo modo es exploratorio y disruptivo, y su objetivo es la flexibilidad y la velocidad.

 

Un bonito ejemplo de legacy: el IBM 360 M91 que el Goddard Space Center de la NASA compró en 1967 para el programa Apollo. 10M$, 2Mb de RAM.

En 2017 hablaremos de…

Ya han pasado las navidades,  y tras la primera semana después de que hayan venido los reyes hemos superado la depre postnavideña. Estamos a mediados de enero, todavía tenemos los propósitos de comienzos de año en todo lo alto: vamos a adelgazar, a prepararnos para correr cuatro o cinco maratones y a aprender inglés y chino. Los buenos propósitos de comienzos de año tienen también trascendencia en nuestro trabajo, porque parte de los propósitos de comienzos de año es la reflexión de ¿y este año qué toca? ¿Cuáles serán las tendencias? ¿Cómo debo enfocarlo? ¿Seré el último en llegar?

Así que vamos a coger los prismáticos e intentar visualizar de qué hablaremos en 2017. Un tema recurrente será métricas, vamos a hablar mucho de ellas este año. De la primera que hablaremos será del Performance Indicator, que se va a convertir en el eje central para el análisis de la eficiencia de nuestro CPD. Pero The Green Grid no para (todos los viernes tenemos conferencias de los diferentes grupos de trabajo) y por fin se acaba de publicar el OSDA (Open Standard for DataCenter Availability), que es la métrica propuesta por TGG para medir la disponibilidad de nuestro CPD y que nace con la vocación de convertirse en un estándar.

Por supuesto, hablaremos mucho de métricas de eficiencia IT, y de cómo se relacionan con el PI. Los que me conocéis sabéis que llevo años evangelizando con este tema: no se trata sólo de medir cuánto consumen nuestros sistemas, la clave es medir cuánto consumen nuestros sistemas haciendo qué.

Métricas, métricas… métricas implica medir. Así que hablaremos también de cómo medir y qué herramientas utilizar. Pero basta ya de utilizar medidas teóricas o estáticas.

Hablaremos de otros temas, entre ellos la revolución sorda que se está produciendo en nuestras organizaciones: cloud híbrida. El otro día hablé con dos directores de TI que tenían ya una cloud híbrida… y no eran conscientes de ello. Ya os profundizaré en esto también. Sí, porque esto forma también parte de los propósitos de año nuevo. Este año no nos limitaremos a poner temas sobre la mesa, también profundizaré en ellos. En la medida que el tiempo lo permita iré publicando artículos técnicos que espero que os gusten.

Éxito de Big Data 2012

Como os decía en la entrada anterior, un problema de agenda me obligó a cambiar la hora de mi charla, y sólo pude estar en el evento por la tarde. Pero en un tiempo como este, en el que la crisis está sacudiendo fuerte, he visto muchos congresos y eventos con baja asistencia porque en muchas organizaciones ya no hay presupuesto ni para ir a la esquina.

Por eso me ha sorprendido la cantidad (y la calidad) de los asistentes a Big Data 2012, siendo un evento de pago. Eso significa dos cosas: que iiR (la empresa que organizaba el evento) tiene un buen poder de convocatoria y que hay una inquietud creciente sobre el concepto Big Data y sus consecuencias. Enhorabuena a iiR por tener la visión para organizarlo.

Como es habitual, mi charla se centró en infraestructuras y sistemas. Conté cómo es mi visión de los sistemas para almacenamiento de Big Data, y lo que implican desde el punto de vista del datacenter. Para ello hice un análisis de cómo son las arquitecturas de los sistemas de almacenamiento actuales y por qué no son válidos para Big Data.

Y para abrir boca puse algún ejemplo sobre el «Data Big Bang», contando algún ejemplo de instrumentos que van a «escupir datos» a ritmo de 1TB/seg. Ya he hablado de ello en el blog en alguna ocasión anterior.

Os dejo las transparencias en el área de descargas, aunque los que habéis estado en presentaciones mías sabéis que son muy simples (soy vago), así que quizá sin la charla no se entienda.

Por cierto, que esta mañana he tenido una reunión para un proyecto bastante interesante. Requiere un almacenamiento de 2,4PetaBytes. Un USB cualquiera.