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Feliz año nuevo. Aunque suene a tópico, es lo obligado en esta fecha. También es habitual desear que el año que entra sea mejor que el anterior, y en esta ocasión más que un deseo es una necesidad. O comenzamos a recuperarnos  en un plazo razonable o nos hundimos del todo. No hay medias tintas.

Durante años el sector IT ha ido como una moto y muchos pensaban que, por el hecho de tratarse de nuevas tecnologías, estaba inmunizado contra todo. La realidad es que en los dos últimos años el sector ha tenido una clara recesión. Y 2013 no apunta bien: el principal cliente -las administraciones públicas- está recortando gasto corriente, así que adiós a renovaciones de equipos y reducción draconiana de contratos de servicios.

En este contexto es fácil culpar de la bajada de ventas a la crisis. Pero la realidad es que no sólo estamos en crisis. Estamos, como ya hemos dicho en repetidas ocasiones en el blog, ante un cambio de paradigma. Una muestra de ello  es que el mundo del datacenter no sólo no está en recesión sino que está muy activo. Y eso tiene dos culpables: la adopción por parte de organizaciones de todo tipo del paradigma cloud (bien sea público o privado) y la necesidad imperiosa de conseguir eficiencia. Así que quien haya bajado sus ventas de servidores, que no se engañe culpando a la crisis.

De esto y algunas cosas más hablaremos en las próximas entradas del blog. Y como año nuevo implica vida nueva y nuevos propósitos, tendremos una entrada semanal.